Mi
hermano nos invitó a acompañarlo a un viaje
de pesca en el Pantanal para explorar la represa Paranaíba
y el río Piqueri. Dejamos el Fundo Macae temprano y
pasamos a buscar nuestro guía de pesca Marcelo en
Bauru, para luego seguir a Araraquara instalar un
“Fish-finder” en el barco. Desde allí
continuamos hasta la ciudad de Paranaíba para luego
continuar hasta un parque acuático en el borde de
la presa del mismo nombre. Queríamos comprobar el
estado de la pesca de Tucunaré allí. La
represa estaba con el nivel de agua muy bajo y con muchos
palos fuera del agua. Poco pescado y mal olor seguramente
por la falta de oxígeno que puede dañar a
los peces. Recorrimos la represa buscando peces pero la
pesca era aburrida con un paisaje poco atractivo.
Decidimos continuar el viaje temprano al día
siguiente. Nuestro próximo destino era Sonora en la
carretera que va desde Campo Grande a Rondonópolis.
Pasamos Cassilandia, Chapadão do Sul, Costa Rica y
Coxim. Áreas cultivadas gigantes impresionantes,
todo perfecto. Caña de azúcar hasta el
horizonte, maiz hasta el horizonte, algodón hasta
que el horizonte .... En Coxim compramos carnada viva,
“tuvira”. Llegando a Sonora, buscamos un hotel
para pasar la noche y esperamos nuestros compañeros
de aventura, que salieron a las 4 de la mañana de
Bauru. Llegaro tarde, el engate de la camioneta estaba mal
instalado y casi perden el remolque. Por la mañana
nos fuimos al río Corrientes a un lugar llamado
Casarão. Alli dejamos los coches y el remolques,
pusimos los barcos en el agua. Nuestro destino era la
hostería Tucunaré para pasar la noche y
seguir el día siguiente a la hostería
Alvorada por los ríos Corrientes y Piqueri por 250
km. Nos detuvimos para pescar, nos divertimos pescando
Tucunarés caixaras, doradinhos y pirañas.
Llegamos muy bien despues de 5 horas de viaje, 1:30 hasta
la hostería Tucunare y más 3:30 hasta la
hostería Alvorada. Doña Lidia cuido bien de
nosotros y pasamos 5 días muy bien atendidos. Con
mucho humor e historias de todo tipo. Nunca hablamos de
fútbol, y parece que el mundial de fútbol
estaba se jugando en otro planeta. Solo era de interés
la pesca y cerveza bien helada. En el último día
abandonamos nuestro lema de "catch and release".
Todos los tucunaré con tamaño aceptable eran
colocados en el barco. Así llevamos 36 tucunarés
bien congelados. En el camino de regreso al casarão
demoramos 5 horas y continuamos sin almorzar a São
Gabriel do Oeste. Pasamos la noche y seguimos nuestro
viaje, llegamos a la puestas de sol en Bauru y ya de noche
a Macae.