Viaje al Pantanal del Mato Grosso (Junio. 2014)



Mi hermano nos invitó a acompañarlo a un viaje de pesca en el Pantanal para explorar la represa Paranaíba y el río Piqueri. Dejamos el Fundo Macae temprano y pasamos a buscar nuestro guía de pesca Marcelo en Bauru, para luego seguir a Araraquara instalar un “Fish-finder” en el barco. Desde allí continuamos hasta la ciudad de Paranaíba para luego continuar hasta un parque acuático en el borde de la presa del mismo nombre. Queríamos comprobar el estado de la pesca de Tucunaré allí. La represa estaba con el nivel de agua muy bajo y con muchos palos fuera del agua. Poco pescado y mal olor seguramente por la falta de oxígeno que puede dañar a los peces. Recorrimos la represa buscando peces pero la pesca era aburrida con un paisaje poco atractivo. Decidimos continuar el viaje temprano al día siguiente. Nuestro próximo destino era Sonora en la carretera que va desde Campo Grande a Rondonópolis. Pasamos Cassilandia, Chapadão do Sul, Costa Rica y Coxim. Áreas cultivadas gigantes impresionantes, todo perfecto. Caña de azúcar hasta el horizonte, maiz hasta el horizonte, algodón hasta que el horizonte .... En Coxim compramos carnada viva, “tuvira”. Llegando a Sonora, buscamos un hotel para pasar la noche y esperamos nuestros compañeros de aventura, que salieron a las 4 de la mañana de Bauru. Llegaro tarde, el engate de la camioneta estaba mal instalado y casi perden el remolque. Por la mañana nos fuimos al río Corrientes a un lugar llamado Casarão. Alli dejamos los coches y el remolques, pusimos los barcos en el agua. Nuestro destino era la hostería Tucunaré para pasar la noche y seguir el día siguiente a la hostería Alvorada por los ríos Corrientes y Piqueri por 250 km. Nos detuvimos para pescar, nos divertimos pescando Tucunarés caixaras, doradinhos y pirañas. Llegamos muy bien despues de 5 horas de viaje, 1:30 hasta la hostería Tucunare y más 3:30 hasta la hostería Alvorada. Doña Lidia cuido bien de nosotros y pasamos 5 días muy bien atendidos. Con mucho humor e historias de todo tipo. Nunca hablamos de fútbol, y parece que el mundial de fútbol estaba se jugando en otro planeta. Solo era de interés la pesca y cerveza bien helada. En el último día abandonamos nuestro lema de "catch and release". Todos los tucunaré con tamaño aceptable eran colocados en el barco. Así llevamos 36 tucunarés bien congelados. En el camino de regreso al casarão demoramos 5 horas y continuamos sin almorzar a São Gabriel do Oeste. Pasamos la noche y seguimos nuestro viaje, llegamos a la puestas de sol en Bauru y ya de noche a Macae.